El sacrificio del Niño Sol

The Boy is Sacrificed - Tutukila Carrillo Sandoval

En un tiempo anterior a la existencia del sol, el mundo se encontraba en tinieblas. En la zona de Heriepa, en las montañas de la tierra, vivían los Hewiixi. Habitaba entre ellos un niño tan mal querido por ellos, que lo perseguían constantemente, y algunas Hewiixi lo acosaban, golpeándolo con palos. El niño caminaba tristemente por las montañas y entre los matorrales, jugando diestramente con su arco y flechas. Se sentía huérfano, ya que ni siquiera sabía quiénes eran sus padres. Sin embargo, en sus andanzas por las montañas se encontró con unas gentes quienes en realidad eran dioses ancestrales. Le dijeron que se aguantara, ya que algún día llegaría a ser alguien muy especial. Esto pasó antes de que supiera que estaba destinado a convertirse en Tatata Nuitsícame, Nuestro Joven Padre, El Sol.

Un día mientras iba a encontrarse con los espíritus divinos, los guardias Hewiixi lo atraparon y lo llevaron a un lugar en donde se habían congregado muchos para verlo morir en un cazo de agua hirviendo. Metieron al niño en un gran cazo de agua hirviendo sobre el fuego. De lo alto se le apareció una señal a un guardia que estaba parado sobre la pila de madera, significándole que liberara al niño puesto que ya había sufrido mucho. Pero el guardia ignoró esta comunicación telepática que venía de los dioses distantes y el niño murió. Cuando expiró, dio un suspiro y escupió sangre por la boca.

Unas manchas aparecieron en la piel de los Hewiixi, cubriéndolos de viruela (etsá), y entonces se percataron de lo equivocados que habían estado al haber maltratado en esta forma al niño. El alma y el espíritu abandonaron al cuerpo moribundo; ahora ya era Tatata Nuitsícame Nuestro Padre en su Incepción: el sol que nace. Bajo la forma de Espíritu, regresó a su acostumbrado lugar en las montañas para dialogar con los dioses ancestrales. Estos le pidieron que se quedara en la superficie de la tierra y que buscara a sus padres quienes, según le revelaron, estaban todavía vivos. Nuestro Padre siguió el camino que le indicaron los Antepasados para convertirse en Sol.

Explicación y traducción por Juan Negrín según la grabación con Tutukila Carrillo Sandoval.
Fotografía y texto ©Juan Negrín 1973 -2018, Derechos digital e empresa reservados. 

 

 

Año de creación
1974
Material del objeto
Materiales y técnica
Hilo de lana prensado en cera de abeja pura sobre madera contrachapada con marco de madera
Dimensiones
Anchura
0.60m.
Altura
0.60m.
Profundidad
0.10m.