Tras cuatro años de lucha, la comunidad Wixárika de San Sebastián Teponahuaxtlán en Mezquitic Jalisco recibirá directamente los recursos federales para administrarlos sin intervención de funcionarios ni partidos políticos. Y lo harán con mujeres en la mesa bajo un acuerdo de paridad de género, una rareza entre los gobiernos indígenas y, de hecho, en los gobiernos en general.
