En 2007, en las obras de construcción de la carretera Amatitán-Huejuquilla el Alto, el gobierno de Jalisco enterró el sitio sagrado de la etnia conocido como “Paso del Oso”, en el tramo entre Tenzompa y Santa Catarina Cuexcomatitlán. Eso sucedió al comienzo de la gestión del ex gobernador Emilio González Márquez, que no contaba con la manifestación de impacto ambiental.
