Wirikuta I

Wirikuta I ~ Juan Ríos Martínez

Nuestro Hermano Mayor el Venado Azul, Tamatsi Maxa Yuawi, la chuparrosa, Tupina y Nuestra Madre Joven Águila, Tatéi Werika Wimari, penetran en la tierra sagrada de Wirikuta, el desierto en el que nace el Sol. Nuestro Hermano Mayor ha colocado en el lugar apropiado al elote, la flecha y la jícara, que han sido untados con sangre de venado.

Con esta práctica ritual el maíz ha sido fertilizado, la flecha ha adquirido la facultad de llevar mensajes a los dioses, y la jícara se ha transformado en un recipiente de visiones y de plegarias, especialmente para la lluvia. También pueden apreciarse dentro de esta jícara flores con grandes pétalos que servirán para dar de comer a los Antepasados: un bule de agua, un muvieri y una flecha votiva. Una vez que esto ha sucedido en el desierto Oriental, aparece la víbora de cascabel que cuida la tierra sagrada.

Wirikuta se creó al llenarse del espíritu del Venado Azul; los arcos rosas y verdes, ubicados en la parte inferior izquierda simbolizan el estado de exaltación. Ahora el poder de esta tierra se extiende a los cuatro puntos cardinales (en las cuatro esquinas de la obra), cada cual con su ojo de agua, y el venado brinca de un lado al otro dejando peyotes en sus huellas como marcas del camino de su espíritu. La cara sagrada de Wirikuta, es decir, su nierika, es el disco central que está dividido en cuatro colores, con tres cerros blanquiazules que son el asiento de los Antepasados.

Explicación y traducción por Juan Negrín Fetter según la grabación con Juan Ríos Martínez.
Imagin y texto ©Juan Negrín Fetter 1973 - 2020, Derechos digitales e impresos reservados.

Año de creación
1973
Material del objeto
Materiales y técnica
Wool yarn, plywood and beeswax
Dimensiones
Anchura
1.22m.
Altura
1.80m.